miércoles, 22 de septiembre de 2010

Ángel , Parte III

(si vas a leer esto, te recomiendo leer las primeras 2 partes, o te perderás.. ahh y no olvides recomendar y comentar)


Las Señales en el cielo

- A ver, esto es lo que se – Dijo Nuaneva – los cuatro hombres con alas llegarán con diferencia de un año al planeta, a mi me toca el menor de los 4, o sea tú. Todos nacerán poco antes de la media noche del 11 de febrero…
- Marcos nació a las 0:58 horas del 12 de febrero – aclaró Josefa.

- No mi niña, Chile cambia la hora a conveniencia para aprovechar la luz durante el verano e invierno – comentó Nuaneva, mientras Marcos se asombraba de enterarse que toda la vida ha celebrado su cumpleaños el día equivocado – los hombres con alas nacerán en distintos puntos y deberán reunirse para completar su misión. El cielo marcará el lugar donde obtendrán sus alas…

- ¿El cielo?- preguntó Samuel.
- Supongo que hace referencia al círculo en el cielo – acotó Pablo.
Mientras Samuel se quedaba pensando algo, el cerebro de Marcos parecía dar vueltas dentro de su cabeza “una marca en el cielo”, “salvar al mundo”… “alas”… “ALAS”. Cuando estaba comenzando a tener una crisis de angustia, Samuel saltó de su asiento sorprendiendo a todos, lo que cortó de alguna forma el nudo que Marcos tenía en el estómago.

- La Internet – dijo Samuel saliendo en dirección a la oficina de su padre.
Pablo puso los ojos en Blanco, Marcos habría echo lo mismo de no haber estado tan asustado. Era el gesto que solían hacer ambos cada vez que Samuel les decía “la Internet”, que significaba que no encontraban solución a algún problema y que solo la red les daría la respuesta, con el argumento de que “si no está en la red es por que no existe”, Samuel había desarrollado una especie de fe ciega, para él era lo más parecido a un camino espiritual o religión.

- ¡Qué están esperando, vengan acá! – les gritó Samuel desde la oficina.
Cuando todos llegaron a la habitación, Samuel ya estaba frente al computador encendido, su gran monitor mostraba un globo terráqueo que se podía mover a la voluntad del operador – este servidor manda fotos actualizadas de la tierra a través de los satélites, el circulo de ayer se formó a eso de las…

- 9:30 de la mañana, más o menos – dijo Marcos – no recuerdo a que hora desapareció.
- Creo que cuando llegaron del instituto a la casa chicos, a eso de las 3 de la tarde – dijo Josefa.
- Eso nos da un buen margen – aseguró Samuel – es cosa de ver las fotos de esa hora sobre Chile, y ver si un fenómeno parecido se repite en otras partes del mundo.
Durante unos segundos en que Samuel hacía girar el Globo terráqueo en el monitor y lo enfocaba sobre Chile, las imágenes se fueron alterando mientras cargaban las fotos que un lejano satélite registró durante la mañana del día anterior. Marcos no pudo evitar pensar en que su vida era absolutamente normal en esos momentos, hace tan pocas horas.

- Ahí esta la marca – dijo Nuaneva.
Todos se concentraron en la foto, que Samuel amplió un poco acercando la imagen, una gran masa de nubes que cubría casi todo el cono sur, y que en un sector hacia el centro de Chile mostraba un pequeño, pero claramente definido, círculo. Con otro acercamiento más, se logro distinguir la ciudad de Concepción, extrañamente nítida.
- Es muy extraño – comentó Pablo.

- ¿Que cosa, el círculo, el calor que hizo durante el día de ayer, los dolores de Marcos o las alas? – Dijo con ironía Samuel – por que a mi me parece todo de lo más cotidiano – Marcos no pudo evitar reírse un poco.
- Me refiero a las nubes, simpático, tienen la forma de un ala – comentó Pablo con una sonrisa de superioridad.

Nadie más lo había notado hasta ese momento, Samuel alejó la imagen para distinguirla mejor y en efecto la inmensa masa de nubes tenía la forma de una enorme ala.

- Hay otra sobre África – dijo Josefa.
- Giraré el globo un poco – dijo Samuel – ahora acerco al ala de acá… y listo, ahí tendría que estar nuestro colega Ángel.
En un punto de la nube de África, casi en el centro del continente, se distinguía un círculo muy parecido al del cono de Sudamérica.
- Esta cosa es maravillosa – dijo Nuaneva – ¿Dónde están las otras Alas?
- Australia, casi en la costa – dijo Samuel – y… ¿Qué parte de Asia es esa?
- Japón – dijo Pablo – estudiamos ese mapa el mes pasado para comercio internacional -.

- Bueno, ya tenemos una idea clara de donde están los otros pajaritos – comentó Samuel y mirando a Nuaneva agrego – ahora díganos que tenemos que hacer para ayudar a nuestro amigo señora -.
El teléfono de Josefa sonó en ese momento, cuando vio el número en su celular salió de la oficina con un “disculpen”.

- Lo primero que tenemos que saber – dijo Nuaneva hablando a Marcos – es lo que has decidido tú amor, no puedo dar un paso más a no ser que decidas hacerlo -.
- Pero hacer qué Nuaneva, aun no lo entiendo, la verdad es que me siento muy perdido, yo… te creo, pero… - Marcos comenzó a angustiarse – pero esto es demasiado grande para mí… ¡Tengo Alas! No puedo salir a la calle, te aseguro que me las cortaría con un cuchillo si pudiera, aunque no se si resulte, me dices que tengo que decidir pero con esto… es como si no me dejases opción… yo no creo que pueda…
- ¡Vean la televisión! – Dijo Josefa entrando a la oficina – ese médico de pacotilla esta hablando de mi hijo por el canal nacional –.

Samuel, en un rápido movimiento, tomó un control remoto y encendió el plasma que había en la oficina, puso el canal nacional y en efecto, la figura del doctor Martínez, en lo que al parecer era una conferencia de prensa, apareció en la pantalla.

“… aun no tenemos claridad, respecto a las razones de por que sucedió esta mutación. Puedo asegurar, sin embargo, que no se trata de nada contagioso o con características infecciosas, los exámenes que apliqué personalmente lo demuestran. Lo que más nos preocupa es la salud mental de nuestro Mario” (es Marcos grandísimo imbécil – dijo Josefa ) “él puede estar muy afectado por la situación, y tal vez no comprende las dimensiones de lo que le está ocurriendo, por lo cual hago un llamado a su familia, para que se acerquen a este hospital, que ha sido cuna de este maravilloso acontecimiento, de todas formas me comprometo personalmente a seguir investigando, y más adelante haré publico mis descubrimientos a la comunidad científica respecto a este hecho único en el mundo”.

- La doctora Ángel llamó para avisarme, trató de impedirlo pero no la dejaron entrar en la conferencia de prensa – dijo Josefa – miren, es el periodista -.

“Este equipo tuvo acceso, en exclusiva, a imágenes del Ángel, no pudimos obtener información respecto a cuales son los objetivos de su presencia entre nosotros, pero reportes de nuestra sala de recepción satelital nos indican que él no es el único que ha llegado a La Tierra, se han notificado dos casos más, uno en Australia y otro en Japón, donde también han causado gran revuelo entre la comunidad científica y una enorme cantidad de discusiones entre las distintas religiones, los que analizan las posibles repercusiones espirituales que pueda tener la llegada de tres ángeles a la tierra, a continuación, repetiremos nuevamente los momentos en que el ángel huye del hospital en una camioneta junto a un grupo de desconocidos (las imágenes mostraban a Josefa y Marcos corriendo por el pasillo a la calle y luego subiendo a la camioneta de Samuel), momentos antes, este profesional trató de obtener información de primera fuente, sin embargo fue violentamente rechazado por el ángel. Desde el Hospital Regional de Concepción, Alejandro Silva”, luego la locutora del Noticiero habló. “Gracias Alejandro, El Vaticano se ha negado a dar una opinión oficial respecto a estos 3 acontecimientos, según fuentes internas, las autoridades Católicas están enfocadas a determinar la veracidad de estos sucesos antes de emitir una opinión al respecto. Sin embargo ya algunas iglesias de sectores protestantes han manifestado su profundo respeto a….”

- Creo que no vale la pena seguir escuchando – dijo Samuel apagando la televisión.
Hubo unos segundos de silencio, todos se volvieron hacia Marcos, tal vez esperando que continuara diciendo lo que Josefa interrumpió con el anuncio de la doctora Ángel. Sin embargo él no quería hablar más de momento.

- Me gustaría dejar en claro algo – dijo Pablo, llamando la atención de todos – aun tenemos que averiguar muchas cosas, y hay un montón de ellas que creo que no cabrán en mi cabeza, siempre he sido bastante pesimista y desconfiado, pero yo creo que ti Marcos, creo que eres un gran tipo, y junto a Samuel y la Señora Jo, son la familia que me hubiese gustado tener siempre, así que no quiero que se te pase ni por un minuto que te dejaré solo en esto. Lo que quiero decir es que cuentas conmigo compadrito, por que si hay algo que creo en esta vida, es en ti.

- Wow – dijo Samuel – éste habla poco pero contundente, pues yo me sumo a lo que dice Pablo, si no estoy yo, ¿qué sería del Trío Maravilla?
- Esto no es para bromas chicos – dijo Marcos – no se trata de pasar un examen en el instituto o decirle al profesor que nos de más plazo para un trabajo -.
- Ellos lo saben amor – dijo Nuaneva – y no creas que no están asustados, solo te dicen que no estas solo en esto, creo que es algo que no todos los hombres con alas podrían decir – luego de un suspiro agregó – creo que ha llegado el momento de contarte todo lo que se, bueno, a parte de lo que ya te había dicho.

Samuel y Pablo se pusieron de pié como para emprender una retirada, pero Nuaneva les hizo una señal para que se quedaran. “Mientras más seamos, más cabezas pensarán las cosas”.

- Es muy importante que entiendas, que todo lo que se en forma instintiva lo he tratado de complementar investigando, cuando era joven, recorrí cuanta biblioteca se cruzara en mi camino, siendo una gitana nómada eso era bastante, luego llegaron los computadores y al igual que Samuel, encontré que la Internet era maravillosa si se sabía usar.

Los 4 hombres con alas no se deben esconder, en parte, su misión es llamar la atención, claro que primero deberán lograr ser aceptados por la sociedad. Antes de reunirse, deben dejar asegurado aquello que no están dispuestos a sacrificar, para luego emprender algunos viajes. Se que puede sonar un tanto a fanatismo, pero se trata de salvar al planeta, por lo que tendrás que decir y hacer cosas que no serán agradables para algunos seres humanos, generalmente algunos más o menos poderosos.
Cada uno de ustedes 4 tiene una particularidad, que se complementa con la de los demás, yo no se cual es la tuya, tendrás que descubrirla tú solo. A cada uno se le asignaron guías, en este caso yo, pero solo te puedo instruir al principio, pronto voy a morir…

- ¡Que! – Exclamó Marcos – ¿y me lo dices así tan tranquila?


Nuaneva


El Siglo 20 estaba por comenzar cuando nació Nuaneva. El grupo de alegres nómadas, se encontraba en una hermosa zona selvática de Venezuela a pocos kilómetros de una playa, la primavera había llegado pocas semanas antes, lo que provocó una explosión de enormes flores multicolores.

Danae, la madre de Nuaneva, era la hija del jefe de la tribu, y la feliz esposa de Apolo, uno de los más fuertes y hermosos hombres de la comunidad, así como el matrimonio de ambos fue uno de los mas festejados que se recuerda en la historia gitana (se invitó incluso a tribus rivales a los 10 días de celebración), también la noticia del embarazo fue uno de los más importantes acontecimientos para los corazones de todos los que conocían a la pareja.

Para la tribu en si, era un verdadero respiro de alivio, ya que hacía 7 años que entre sus mujeres no había un embarazo, lo que se consideraba una especie de maldición. Así, se consideró que el nombre del primogénito de Apolo fuera Adán o Nuaneva (que significa “nueva mujer”).

Los partos gitanos de la época eran en las carpas y bajo la asistencia de todas las madres de la tribu. La más vieja de las abuelas dirigía el rito que incluía esperar el primer grito de la madre para iniciar los procedimientos, muchas ollas con agua de manantial, hierbas y telas blancas para recibir a la criatura y los cantos en Romané para bendecir el nacimiento y consagrar la vida del bebé a la Santa Sara, pero por sobre todo, el inmenso amor a Danae por parte de todas las presentes en la carpa, aseguraban que nada saldría mal. Aunque también había un poco de temor, la madre de Danae había muerto al darla a luz.

Pero el grito no llegó, Danae sintió como su vientre se movía sin incomodidades, y logró distinguir bajo su piel las manitas del niño que buscaba a tiendas la salida de su cuerpo, ni se asombró cuando de sus genitales salió un enorme chorro de agua. Las asustadas eran las otras madres, que a un gesto de la Abuela comenzaron a moverse por todos lados. Trayendo telas, lavando con agua y miel los brazos y piernas de Danae, fregando con avena y leche el vientre, para evitar estrías y colocando las hierbas aromáticas alrededor de la cabeza de la madre, para que el bebé naciera con buenos recuerdos.

Cuando ya estaba claro que Danae era indolora por alguna razón que no servía de nada cuestionar en el momento, la Abuela le ordenó que pujara, una vez comprobado que el bebé estaba en la posición correcta. Luego del primer intento se pudo ver la cabeza del niño, y al segundo la criatura salió en completa tranquilidad, para ser lavada y envuelta en telas.

Antes de mostrarla a la madre, la Abuela tenía que ver a la bebé, comprobar su sexo y ver el correcto estado del cordón umbilical, para así saber que efectivamente era hija de Danae y no un espíritu suelto que invadió un cuerpo para nacer (en ese caso habrían sacado al bebé de la carpa para dejarlo en el suelo y que se las arreglara por si solo).

Como todo estaba en orden, la Abuela ahueco la mano para golpear la espalda del bebé y así infundirle la respiración, pero nuevamente el gesto fue innecesario, la niña respiraba a un ritmo normal, y hasta tenía abiertos los ojos, lo que era en extremo inusual.

- ¿Está todo bien Abuela? – dijo preocupada Danae.
- Si hija, es solo que… creo que tu niña ya tiene muy claro a lo que viene a esta tierra – comentó la Abuela, pasándole el bebé a su madre, que la acomodó en su pecho para darle de mamar.

Cuando la Abuela miró a las otras madres con una sonrisa de aprobación, empezaron los cantos de felicidad, que llegaron a oídos de Apolo que caminaba preocupado fuera de la Carpa, y de Napoleón el Jefe de la tribu y padre de Danae, que a través de la letra de los cantos se enteraba que tenía una nieta. Más tarde, y ante la ausencia absoluta de llanto, Napoleón aseguraba que Nuaneva era tan valiente, que hasta la muerte se la tomaría con tranquilidad.


Paso a Paso


- No me moriré mañana si eso es lo que te preocupa amor – dijo Nuaneva risueña – quiero asegurarme que te ayudé todo lo que pude, y creo que me quedan unas… (Mira al cielo como calculando) dos o tres semanas -.

De alguna forma, la noticia de que esta mujer, que había llegado a su vida hacía un par de horas, tenía un par de semanas más de vida, entristeció a Marcos y a los otros mucho más de lo que pensaban que sería posible.

- Lo dices como si supieras todo lo que va a pasar – dijo Josefa con pena.
- No mi niña, lo que se es lo que no va a pasarme, y eso me tiene tranquila. No hay garantías de que los guías lograrán estar junto a ustedes – agregó mirando a Marcos – no había garantías de que yo reconociese a tu madre, ni que estuviera viva cuando recibieras tus alas, estoy feliz de haber estado junto a ti, y espero que a los otros les haya ocurrido igual. Pero ahora tienes que decirme, que harás.

La pregunta que Marcos había estado evitando durante tanto tiempo, que se resumía a interminables 4 horas, ya no podía seguir ausente y aunque se sentía perdido y casi podía jurar que tenía que haber un error, su respuesta fue.

- Haré lo que pueda Nuaneva -.
- Eso es lo que esperaba de ti – dijo la anciana con una enorme sonrisa – y ustedes, ¿Qué harán? – agregó mirando a los demás.
- Pues como los mosqueteros – dijo Samuel y a continuación en conjunto entonaron “Todos para uno y uno para todos”, ante la emocionada mirada de Marcos.

Nuevamente sonó el celular de Josefa, cuando atendió, hizo una señal a Samuel para que la acompañara afuera de la oficina. Durante unos minutos solo hubo silencio, y por algún motivo Marcos se empezó a sentir menos asustado, aún cuando sus alas le empezaron a picar. Estaba a punto de pedir que alguien le rascara, cuando por la entrada de la oficina llegó Josefa con Samuel que traía una sonrisa de oreja a oreja y una mirada de picardía, que Marcos había visto en otras ocasiones. Luego de ellos, entró por la puerta una mujer preciosa, que acabó con las ganas de rascarse de Marcos y cortó la respiración de Pablo.

Definitivamente, a la doctora Ángel no le venía la bata del hospital. Verla ahora con jeans y una Blusa de calle ajustada, su cabello suelto y con los labios pintados, era estar frente a una mujer completamente distinta a la que todos conocieron en el hospital, sin contar que los zapatos altos le daban un porte elegante (a diferencia de las planas zapatillas de su uniforme). Samuel miraba a sus amigos con un gesto de superioridad, como diciendo “yo la vi primero”. Marcos comprendió en absoluto la mirada de picardía y Pablo simplemente olvidó el motivo que los tenía a todos reunidos en el lugar.

- Doc… ¿doctora? – preguntó Marcos.
- Llámame Maria del Carmen, o MC (emcí) como mis amigos de la universidad – dijo con una sonrisa, algo cohibida por la mirada de Pablo – tú mamá me dio la dirección, quería hablar contigo y saber como estas -.
- uf… Como estoy… creo que eso lo podemos dejar para otro rato, por ahora… preferiría que habláramos, necesito su opinión respecto a algunas cosas -.
- Alto – dijo Josefa – creo que todos necesitamos comer, así que Nuaneva, muchachos, acompáñenme a la cocina – la gitana y Samuel se movieron al instante – Pablo… ¡Pablo! -.
- Eh…ah si, perdón – dijo Pablo como despertando, para levantarse de su silla y salir de la oficina, rojo como un tomate.


Ya en la cocina, mientras Josefa hacía un inventario de los utensilios y alimentos disponibles, Samuel hacía unas llamadas telefónicas, a su lado y con aspecto sonámbulo estaba Pablo, que apenas articulaba palabras. Una vez que terminó la llamada, Samuel se dirigió a Josefa.

- Señora Jo, quiero que se venga con Marcos a esta casa, no es por despreciar la suya, pero tenemos más seguridad y estamos mejor equipados para cualquier cosa acá. Mis Padres están en Nueva Zelanda y volverán en 2 o 3 meses.
- Samuel, te lo agradezco pero…
- Pero nada – cortó – piense en la cantidad de gente que querrá acercarse a Marcos, no todos con buenas intensiones, acá estarán mejor, puede seguir trabajando y por el dinero no se preocupe, tengo para tres vidas más malgastando.
- … Está bien – dijo Josefa – pero yo cocino, tú no lo haces mal, pero la verdad, no me llegas ni a los talones – agregó con una sonrisa.

- Eso lo sé señora Jo, lo hice a propósito para que se compadeciera de mí – rió Samuel – Nuaneva, me gustaría que usted también se quedara, si le queda poco tiempo, es mejor que esté cerca de Marcos todo lo que pueda, además acá tenemos muy buenos doctores que…
- Hijito, hijito, no digas nada más – dijo Nuaneva – acepto encantada, pero respecto a los médicos no creo que puedan hacer mucho por mí, ni siquiera se de lo que me voy a morir, así que no tendría instrucciones para darles.
- Respecto a ti – dijo Samuel dirigiéndose a Pablo – vamos a tener que poner en marcha el plan B, entre lo de Marcos y que ahora te picó el bichito del amor, no servirás para mucho que digamos -.

Pablo miro extrañado a Samuel, pero ni hizo esfuerzos para tratar de entenderle, las mujeres se miraron divertidas durante un momento, pero luego, la mirada de Josefa se volvió triste.
- No mi niña – dijo Nuaneva – nada de tristezas, yo estaré bien, y tú tienes mucho de que preocuparte como para tenerme de carga en tú cabeza.
- Esta bien Gitana – dijo Josefa con inusitado cariño – pero cuando se acerque la hora, quiero estar contigo ¿de acuerdo?
- De acuerdo mi niña – respondió Nuaneva emocionada – eso sí que será un regalo del cielo.
- ¿Samuel? – Preguntó Josefa - ¿Cuál es el plan B?
- Eh, creo que mejor se lo explico después, una vez que sepamos si se puede hacer o no – contestó el aludido con una sonrisa enigmática, Josefa prefirió no insistir.

Luego del almuerzo, que MC calificó como la mejor comida de su vida, todos se acomodaron en el living para conversar los pasos a seguir. Una vez que Josefa habló del gentil ofrecimiento de Samuel, que Marcos no discutió en ningún punto, esperaron unos segundos a que este dijera lo que pensaba.

- Llamaré al periodista y al Doctor Martínez para que vengan aquí mañana – dijo Marcos, ante la sorpresa de todos – creo que es lo mejor por el momento y Maria del Carmen está de acuerdo conmigo -.
- Creo – dijo la doctora – que mientras más información demos de la condición de Marcos, habrán menos mitos y menos especulaciones, y solo me refiero a la condición física – dijo mirando a Nuaneva - Marcos me ha contado lo que ustedes conversaron… debo reconocer que en otro momento o bajo otras circunstancias, les recetaría antisicóticos a todos, pero frente a esto – señalo las alas – mi mente solo espera ser lo bastante amplia para comprender y aceptar. Pero científicamente hablando, estamos ante una mutación y hay que buscar sus orígenes empíricos, independiente de la dirección que tome esto a niveles espirituales.

- ¿Estás seguro hijito? – Preguntó Nuaneva – yo se de corazón que puedes confiar en Maria del Carmen, pero tanto ese otro doctor como el periodista, solo quieren fama personal, no están pensando en tu bienestar -.
- Lo sé Nuaneva, y les daré toda la fama personal que pueda, pero me aseguraré el bienestar – dijo Marcos, que se movía de forma extraña.

- ¿Te pasa algo hijo? – preguntó algo alarmada Josefa.
- Nada, hace un rato me están picando muy fuerte las alas.
- Déjame mirar – dijo Maria del Carmen acercándose, tocó la piel de una de las alas y Marcos se rió por las cosquillas.
- Es como si me acariciaran el pelo – dijo con una sonrisa mirando a MC.
- Es como si tuvieses un nuevo par de brazos – dijo la Doctora – de a poco irás sintiéndote más conciente de ellas… sobretodo cuando…
- ¿Cuándo que? – preguntó Marcos intrigado.

- eh… sobretodo cuando terminen de crecer las plumas que veo salir – dijo Maria del Carmen – debe ser por eso la picazón, se ven unas pelusas, más adelante tendrás que preguntarle a un Veterinario, pero por lo que veo ahora, tus plumas no serían blancas, si no más bien…
- Grises – completó Marcos, mientras todos se acercaban a mirar.
- Al menos no son fucsias ni multicolores – dijo Samuel – hasta ahí habría llegado nuestra amistad.

- ¡Oye! – dijo Nuaneva ofendida ajustándose la bata multicolor, provocando que todos se rieran.
- Ahora que veo a Nuaneva – habló Pablo para sorpresa de todos – creo que ustedes tienen que ir a buscar ropa a sus casas si se van a quedar acá -.
- Ven que habla poco pero contundente – dijo Samuel abrazando a su amigo – incluso cuando se nos enamora.

Nuevamente todos rieron, menos Pablo y Maria del Carmen, que después de unos segundos de confusión enrojecieron en forma más que evidente. Marcos aún estaba muy cansado, así que Josefa lo mandó a dormir bajo el cuidado de la doctora y Pablo, mientras ella con Nuaneva y Samuel, iban en la camioneta a buscar cosas a sus respectivas casas.

Marcos se deslizó en la suave cama de los padres de Samuel y, a pesar de la picazón, se durmió casi de inmediato.

La Tercera Pesadilla


Marcos se encontraba dentro de un gran salón, nuevamente fue conciente de sus alas, a diferencia de las otras ocasiones en las que había tenido ese mismo sueño. El lugar era amplio e iluminado, como si el sol entrara por todos los lados de las distintas ventanas que al parecer, eran enormes vitrales.

La chica estaba ahí, con unas hermosas alas negras, arrodillada en el centro del gran salón, estaba llorando y Marcos pensó que era lo más hermoso que había visto en su vida. Se acercó para consolarla, pero cuando ella lo vio, lo rechazó violentamente, para luego gritarle en un idioma que Marcos no conocía, sin embargo de alguna forma, las palabras tenían un claro significado para él… “¡ES TÚ CULPA, ES TÚ CULPA!”, gritaba la chica, mientras le mostraba horrorizada a un hermoso niño oriental, que por su color, había dejado de respirar hacia mucho tiempo.

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